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Llegan cambios para los puntos de recarga en Europa: Lo que necesitas saber

En los próximos meses entrarán en vigor varias normativas de la UE con nuevas obligaciones para la infraestructura de recarga que afectarán, entre otros aspectos, a los medios de pago y a su ciberseguridad.

Hasta no hace tanto, recargar un vehículo eléctrico fuera de casa o del entorno laboral tenía sus complicaciones. Entre ellas, la práctica obligación de poseer las múltiples aplicaciones de los proveedores de recarga más extendidos, con el fin de utilizar la que correspondiera para desbloquear el cargador, ordenar la recarga, controlar la operación y, finalmente, pagar la electricidad consumida con nuestra tarjeta de crédito asociada.

Afortunadamente, la aprobación hace algo más de un año del Reglamento Europeo de Infraestructuras de Combustibles Alternativos de la UE (también conocida como AFIR) trajo consigo la obligación, para los operadores, de dotar sus cargadores con métodos de pago más accesibles y una mayor transparencia en la información que reciben los usuarios. Un avance que promete simplificar y estandarizar enormemente la operación de recargar nuestro coche.

Opciones de pago universal y más ciberseguridad

Entre sus requisitos más interesantes, la normativa europea AFIR obliga a todos los puntos de carga con una potencia superior a los 50 kWh a incorporar una opción de pago universal (por ejemplo, un lector de tarjetas) que no requiera ningún tipo de cuenta de usuario o suscripción. Asimismo, sus pantallas deberán mostrar con total transparencia la información técnica del cargador, su disponibilidad y los precios de la recarga.

estación de carga china

Shell//Car and Driver

Además de la normativa AFIR, el próximo 1 de agosto entrará en vigor una segunda normativa, denominada EN 18031, que viene a reforzar la Directiva sobre Equipos Radioeléctricos de la UE, incluyendo entre ellos por primera vez a los dispositivos conectados de pago electrónico en comercios, empresas y servicios, dentro de los cuales también figuran los que incorporan los puntos de carga.

En resumidas cuentas, esta normativa exige que dichos dispositivos incluyan en sus diseños protecciones contra ciberataques y actividades fraudulentas, a fin de proteger los datos personales de los usuarios y garantizar la integridad de las redes a las que se conectan.

FUENTE: www.caranddriver.com

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